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Edifícate, anímate, estudia la Palabra de Dios

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Diariamente te relacionas con familiares, amigos, compañeros, conocidos, vecinos, un grupo de personas o alguien con quien hablas y compartes (al menos que estés pasando por un problema en el área comunicacional, pero todavía hay esperanza de arreglarlo). Comunión es más que una relación. Una relación de amistad, de matrimonio, de trabajo, de compañerismo, puede ser buena o mala. La comunión con Dios es tener una buena relación con El. La practica una persona que se ha acordado de su Creador y ha atendido a las Palabras de Dios. Cuando aceptamos a Jesucristo como Señor y Salvador Él nos hace sus hijos para que nos comuniquemos con Él.

Tito 1:2 “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”

Nuestro Dios es Fiel. Él promete y cumple. La Palabra nos dice en Josué 21:45 que “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió”. De muchas promesas que tenemos del Señor, la más importante que prometió fue esta palabra a Abraham que en su descendencia iban a ser benditas todas la naciones. Esta promesa se cumplió con la venida de su Ungido, el Mesías, El Cristo, Jesús.

Philip James Elliot nació el 8 de octubre de 1927, en Portland, Oregón, hijo Fred y Clara Elliot. Se crió en una familia de tres hermanos. Su padre era un evangelista en el área de Puget Sound y su madre fue quiropráctica. Al crecer, los misioneros que visitaron su casa resultaron ser una influencia importante en su vida. Cuando tenía ocho años, aceptó al Señor Jesucristo en su corazón.

Jim asistió a la Escuela Politécnica Superior, con especialización en dibujo arquitectónico. También fue un actor con talento, sus profesores le instaron a entrar en el teatro profesional. Pero sobre todo, Jim desarrolló su talento en la predicación durante sus años de escuela secundaria. En último año fue elegido presidente de la clase.

Ya casi un año, por dos días, tuvimos en el encabezado del periódico la noticia del pastor Joshua Wesson quien literalmente murió ahogado por dar su vida en rescatar algunos jóvenes, sus ovejas, que se ahogaban en playas dominicanas. Es un incidente muy triste, pero al mismo tiempo, confiando en la soberanía de Dios en llevarse a su siervo, hoy nos deja un testimonio de lo que este pastor estaba dispuesto a hacer en carne propia por amor al Señor y sus ovejas.

Alfonso Rodríguez Hidalgo, uno de los revisores de la Reina-Valera 1960

Yo creo en milagros por muchas razones divinas y humanas. Pero, sobre todo y más que nada, porque mi propia vida es un milagro.

¿Por qué digo esto? Porque a la edad de siete años, debido a un accidente, me quedé prácticamente sin rostro. De hecho, en el barrio donde yo vivía, todos me conocían como “el niño sin cara”.

A consecuencias del accidente que tuve, lo que me quedó del rostro conque yo nací fue apenas mi frente, mis ojos, y parte de mi nariz y mis oídos. Todo lo demás desapareció a causa de una gangrena incontrolable.

Después de cuatro operaciones, que por aquel entonces me hicieron en el Hospital Civil de Sancti Spiritus, Cuba, mi ciudad natal,

2 Corintios 5:20 "Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."

En nuestra región, una de las frases famosas que utilizamos cuando alguien va a viajar o ausentarse de su pueblo natal es: "no te olvides de tus raíces". Con esto nos motivamos a recordar donde nacimos, nuestra cultura, familia, valores, amigos, y hasta costumbres.