1) Resuélvelo con Dios.
Cuando fallamos lo hacemos delante del Señor primero porque Él es nuestro Creador y luego, nuestro amo (Señor) cuando le confesamos como Señor y nos salvó (Salmo 51).
*Confiésalo a Él (1 Juan 1:8).
*Pecado sin confesar, es pecado sin arreglar.
2) Resuélvelo con otras personas. Algunas veces nuestro pecado afecta otras personas.
*Debemos hablar y pedir perdón si hemos ofendido a alguien (Mateo 18:15)
*Aunque no ofendamos a alguien, si representamos a Cristo y decimos que somos cristianos, cuando pecamos, otros ven nuestra falta y el nombre de Cristo es manchado. Debemos pedir perdón por el mal testimonio como creyentes muchas veces (Colosenses 4:5)
3) Apártate del pecado
*El Señor nos manda a confesar y apartarnos para ver su misericordia en este pecado (Prov 28:13)
*Siempre tenemos la misericordia de Dios, pero cuando vienen consecuencias de pecado, solo Él sabe lo que hará.
4) No te desesperes por tus emociones, Dios te irá dando el gozo, la alegría, la satisfacción
*Escuchar la Palabra de Dios da gozo (Sal 51:8)
*Esta condición, usualmente la queremos al principio, pero no hay gozo en desobediencia (Sal 51:12)
5) Rastrea el proceso de decadencia que llevó al pecado (Santiago 1:13-16)
*Aun haya pecados que de corazón puedan cometerse en un instante, todos son decisiones que hemos tomado en desobediencia a Dios.
*Algunas veces debemos ver la cadena de pecados o flaquezas que nos llevaron a ese pecado para fortalecer esa área delante de Dios.
*Mira la raíz del pecado. Muchas veces cometemos faltas que son un deslice de otros pecados encubiertos. Hasta que no lleguemos allí, no resolveremos.
6) Ocúpate en obedecer a Dios. Después del pecado, Satanás buscará la oportunidad que le dimos para seguir tentando y destruyendo (Efesios 4:24)
*Memoriza más la Palabra de Dios. La Única Espada contra el pecado.
*Ora más (por la culpa y por amar más al Señor)
Mira el pecado como Dios lo ve y aprende en la Biblia como Dios se siente por esa ofensa
Pastor Ariel Alfonso