Es con Su Palabra

¿Recuerdas la primera vez que viste ese tema de los teoremas en matemáticas, del torque en física, la integración, o la ley de los signos? o ¿cuándo llegaste al bachillerato, cambiaste de escuela o la llegada a la universidad? Todo lo nuevo tiene un reto, muchas veces tenemos dificultades en continuar. Todo lo desconocido necesita una costumbre, necesita practicarse y conocerse.

Dios te ha dado un libro para comunicarse contigo, La Biblia, y sabes que al principio es extraño para ti, pues es un libro que tiene muchas facetas: corrige, enseña, confronta, consuela, construye, enjuicia, limpia, alegra. Si crees que la Biblia es más que una obra literaria trascendental, sabrás que es el libro de un Dios Santo para una creación contraria a su carácter. A través de ella conoces los pensamientos de Dios que son diferentes a tus deseos naturales, conoces a Dios que te invita a dejar el pecado y te ayuda a eliminarlo en tu vida. Por esto, La Biblia es un libro que nos confronta nuestra vida espiritual. He aquí una realidad importante, si todavía no tienes un hábito y convicción de leer la Palabra de Dios, verás un mensaje que confronta, que no agrada a la naturaleza del ser humano.

Hay algo dentro de ti como pecador que rechazará, verá anticuado y hasta le parecerá aburrida la práctica de una devoción con Dios a través de la Biblia. Así que debe haber un cambio en tu corazón como ser humano para encontrar comodidad en conocer a Dios de esta manera. Si eres creyente, antes la Biblia era extraña para ti, y tú mismo eras un extraño para Dios, pero por creer en el sacrificio de su Hijo Jesús por tus pecados, te ha hecho su hijo, su amigo, su familia (Col 1:21).

Por esto, lo primero es tener al Espíritu de Dios, que viene al ser humano cuando ha creído en el sacrificio de su Hijo Jesús al morir por nuestros pecados (Efesios 1:13). Cuando Él está presente no nos dejará tranquilos hasta parecernos a Jesucristo. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, Dios mismo, que nos ilumina para entender, nos inclina para desear Su Palabra y nos capacita para obedecer. La vida cristiana es andar, crecer y vivir en la voluntad de Dios, aprendiendo su plan por su Palabra; y entonces, creerlo y pedir a Dios que su Espíritu lo plasme en nuestro ser.

Así que, el navegar por las Escrituras será un gozo cada día pues es la Palabra de Dios, del Espíritu de Dios que estamos leyendo produciendo esperanza, cambio y consuelo. Qué bueno es cuando pudimos dominar esos temas de ciencias y otros que mencionamos al principio, y posiblemente, hasta te convertiste en un maestro de ese tema cuando lo asimilaste, practicaste y dominaste. Pero al comienzo hubo retos, estudios y práctica para llegar a un nivel de dominio. Debes de una vez por todas convencerte, conocer y amar el plan que Dios ha determinado. Te ha salvado para que andes con Él, para que le conozcas a través de su grandiosa inspiración Escrita.

Cristiano, tienes el libro inspirado de Dios, su carta de amor para todos los pensamientos de Dios. Es un libro tan poderoso que te confronta, te anima y te da victoria. Ama a Cristo a través de Él, no hay otro manera y poco a poco se verá más la luz de Cristo en ti!

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