Salmo 89:15 “Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro”

Este Salmo 89, es de Etán. Es un Masquil. Algunos definen esto como un salmo de enseñanza o de sabiduría. Después de motivarnos a cantar las misericordias de Dios de generación en generación, por su fidelidad, el autor nos da una verdad impactante. Nos habla de un grupo del pueblo de Dios que tendrá felicidad por saber aclamar a Dios. Aclamar es el verbo Teruah (H8643), que aparece 36 veces en el Antiguo Testamento y puede significar un canto gozoso, sonido de trompeta, grito de alegría.

Esto nos da un sentido de qué tipo de alabanza Dios espera de su pueblo aquí en este versículo. Si reconoces la misericordia de Dios en tu vida, esto te impulsará a alabarle. Dios ha mostrado su misericordia y envió a su Hijo Jesús para recibir la consecuencia por nuestros pecados. ¿Habrá algo que se puede comparar a esto?¿Será suficiente dar las gracias a Dios?¿Nos sentiremos que con el tiempo ya nos merecíamos esta salvación tan grande? No es así, todo lo contrario, cuando nos damos cuenta que Dios nos regaló la salvación y que aun siendo sus hijos no le honramos, servimos o amamos como debemos, nos humillamos al ver que Él es grande en misericordia.

Ahora, volviendo a la alabanza especial, el cristiano que está cerca del Señor sabe cantarle gozosamente! Lo que nos da gozo no debe ser recibir 1 millón de pesos en esta tierra, el celular que quería, la lavadora que necesito, terminar mi carrera, hacer un buen trabajo y estar orgulloso de mis hijos por sus logros; claro que todo eso también es causa de gozo y le damos gracias al Señor, el Proveedor, pero la primera razón por la que debemos darle gracias es por su misericordia manifestada en Su Salvación, por su fidelidad y misericordias diarias para con nosotros.

Otra interesante e impactante realidad es saber el resultado del que aclama así al Señor, dice la Biblia que "andará a la luz del rostro de Dios!" Wow, el rostro del Señor es hermoso, santo, más brillante que el sol. Todo hijo de Dios, que anhela ver al Señor tal como Él es, quiere acercarse y conocerle más como Moisés, Enoc, Pablo, etc. Este andar es estar en su presencia, es recordar su poder, su gloria y su trono. Aquel que alaba al Señor con gozo estará cerca de su presencia y allí hay plenitud de gozo; el que está cerca del Señor tiene gozo. El alabar a Dios de esta manera, muestra una vida agradecida a Dios por su misericordia que le impulsa a alabarle, en un andar especial, cercano y poderoso.

Si ves la misericordia de Dios en tu vida, alábale, gozoso para agradecerle y adorarle. Cuando alabas a Dios de esta manera, andarás cerca de su presencia, poder y santidad, no habrá otro resultado que una vida feliz, plena y satisfecha en Cristo Jesús.