Eclesiastés 3:12 "Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida"
Felicidad! ¿quién no quiere felicidad? Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) una de las definiciones de felicidad es "estado de grata satisfacción espiritual y física." Es interesante que el diccionario contemple como satisfacción dos áreas importantes: la física y la espiritual. Para la física, buscarás nuevas metas personales, pensarás deshacerte de los "chichos" del abdomen, dejar la vida sedentaria, subir esos músculos, o cuidar más de tu apariencia, cuidar los niveles de colesterol, o tener una mejor figura.
Estas metas cumplidas, nos hacen felices, el ser humano que completa alguna labor, que progresa en una área, siente esa gratificación y llenura. Ahora, nos queda el área espiritual, la Biblia nos dice que un hombre estaba atento al área material de su vida y nunca atendió al área espiritual.
¿Qué es el área espiritual? Bueno, es todo lo inmaterial, lo invisible, otra área que involucra al hombre, es decir, que Dios, el Creador, ha dado un alma al hombre que ningún doctor puede tener una radiografía o sonografía de ella, pero, que componen al ser humano. Aunque podemos aprender muchas cosas de este hombre en Lucas 12, Dios le respondió en el versículo 20 de esta manera: "Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?". Así que una de las cosas que Dios, el Creador, ha puesto en el hombre es su alma que tiene un veredicto de condenación por la herencia de una naturaleza decadente, llamada pecado, y nuestras obras injustas que siguen ofendiendo al Dios Santo. Así que Dios le dijo a este hombre que era "necio", es decir, tonto, ignorante, por no atender al bienestar espiritual de la seguridad de su alma. Así que si tienes un alma, es para que atiendas al área espiritual de tu vida! lo preocupante de este hombre es que, muchos nos vemos en el espejo de esa vida, solo trabajando para la felicidad física, material y no atendiendo a la vida espiritual para asegurarnos que no somos necios, que no estamos engañados a seguir un camino, que al final, veamos que no fue el correcto y ya no haya tiempo. Así que no seamos ignorantes que hay un área espiritual, que aún, esta área se antepone a la física pues dura más y las demás dependen de ella. Dios ha enviado a su Hijo Jesús para salvar tu alma de la condenación que ya tiene todo ser humano. Así que la felicidad depende de tener la seguridad de la salvación de nuestra alma y así poder invertir, cambiar, embellecer nuestra vida cuando está centrada en Cristo Jesús, quien salva y nutre nuestra alma.
Así que la felicidad depende de atender a las áreas de nuestras vidas: física y espiritual. Cada día inviertes en lo físico y material, ¿qué has hecho por lo espiritual, por la seguridad, felicidad y salvación de tu alma? Sé sabio en atender a tu alma y cuando Cristo la salve y la nutra, serás completamente feliz!
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