Mateo 26:41 ”Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

Hay un famoso refrán que dice: “guerra avisada no mata soldado”. Aunque el autor no haya sacado esto de la Biblia, nos presenta una realidad de guerra humana y espiritual.

En realidad una de las bendiciones de tener la Palabra de Dios esque nos advierte, nos avisa, nos llama la atención como los letreros que guían en las calles para conducir. Jesús les habla y advierte a sus discípulos en un momento muy importante cuando venía su arresto y entrega para ir a la cruz. Les dice que se preparen para ese momento pues venía una tentación, ataque o crisis que se presentaría en sus vidas. Que bueno que nuestro Señor nos ama, nos cuida y nos advierte que vienen problemas y nos da las soluciones para que nos vaya bien.

Jesús nos presenta dos soluciones para tener victoria: velar y orar. Velar es la idea literal de no dormir y estar en guardia, y orar sabemos que es hablar con Dios. Así que las tentaciones no las podremos evitar pero una vida de Oración muestra que el soldado cristiano sabe que tiene victoria solamente con el poder y armadura que le proporciona su Capitán. Es interesante ver que en Efesios 6:18 nos dice “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”, recordando que allí nos está invitando a orar y velar justo cuando también nos ponemos los elementos de la armadura espiritual que nos da la victoria.

Así que para tener victoria sobre la tentación de mentira, inmoralidad, desánimo, chisme, pereza, apatía, orgullo, etc; te animo con la verdad de que hay victoria en Cristo. Debes orar diciendo a Dios como te sientes, pedir su ayuda, escuchar y creer su Palabra, afirmar tu fe (escudo) y pararte en el nombre de Jesús con tu espada en mano para la batalla (creyendo y obedeciendo las promesas de Dios).

Algo sorprendente aquí también es ver la guerra avisada por el Señor, fue derrota en ese evento para sus discípulos quienes se durmieron, no oraron lo suficiente y después huyeron y dejaron al Señor.
No podrás tener victoria si no obedeces al Señor ya que él mismo nos dijo que la “carne es débil” solo con el poder del Espíritu Santo y Su Palabra podemos vencer.

Reconoce que eres débil, así te puedes sentir a veces, como que no es posible evitar caer en todas las ofertas poderosas, iluminadas y atractivas del mundo y el pecado, pero el Maestro nos ha dicho que podemos evitar entrar en esa tentación y tener victoria velando y orando.

Pastor Ariel Alfonso.