En estos días tuvimos nuestra EBDV y el tema fue “Enciendan los Motores” de un material muy bien elaborado para los niños. Retaron a los niños cada día con una verdad Bíblica para ir adelante en la vida espiritual usando la ilustración de los elementos que necesita un carro. El primer día utilizaron la ilustración del aceite del carro.

Este, como sabemos, se usa para lubricar, cuidar, y mantener las piezas del motor. Asimismo, debemos tener en cuenta la “confesión de nuestros pecados”. La Biblia nos enseña en 1 Juan 1:8-9 que si confesamos nuestros pecados, Jesús es Fiel y Justo para perdonarnos de esos pecados y limpiarnos! Así como no debe faltar el aceite en el carro, asi tampoco la confesión de nuestros pecados a Dios. Es que Dios es el Único que puede perdonar esos pecados y por eso entregó a su Hijo Jesús quien derramó su sangre como medio del perdón.

También una vida de confesión nos mantiene humildes a la realidad de un Dios santo, cuando cada día le fallamos y si vamos a él, confesando todo, diciendo lo mismo que Dios dice sobre el pecado, allí encontramos su perdón.

Si el aceite mantiene las piezas en movimiento, así la confesión nos mantiene en movimiento hacia la voluntad de Dios. Sin aceite el motor se funde y así hay muchas relaciones, amistades, situaciones que están frustradas, entorpeciendo nuestros corazones hacia Dios porque no hemos buscado oportuno socorro y solución Bíblica.

Para que la vida espiritual progrese, y el pueblo de Dios vea la presencia y el poder de Dios, debe aceitar cada día su corazón con la “confesión de pecados”. En 2 Crónicas 7:14. Así prometió que escuchará desde los cielos, perdonar el pecado y sanar nuestra tierra.

Cuando reconocemos nuestros pecados y debilidades, y los confesamos a Dios, allí experimentamos su perdón y su fortaleza