Hebreos 12:2 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”

El capítulo 12 de Hebreos es un maravilloso y crucial pasaje Bíblico porque nos pone a pensar y nos enseña sobre cómo vivir la vida para Dios. Los últimos versículos nos motivan a servir al Señor por la gratitud de lo que hemos recibido (un reino inconmovible),. Dios, siendo el autor de la creatividad, inspira al autor para que nos ilustre la vida cristiana como una carrera atlética. Si te gustan los deportes tienes la oportunidad de entender más del plan de Dios y aunque no seas deportista, puedes entender más sobre tu vida espiritual.

Aunque hay muchas verdades importantes en el versículo dos, antes que todo, qué bueno es saber que podemos vivir para Dios, podemos entrar en la carrera de hacer la voluntad de Dios. En cada carrera hay preparación, requisitos y clasificación para llegar a los torneos, campeonatos y las Olimpiadas. Pero todo jugador no clasifica, algunos se quedan insuficientes para entrar. Puede ser que en este presente en tu vida te sientas agobiado por tus debilidades muchas veces, pero recuerda que si estás en Cristo ya has clasificado para entrar en el reino de Dios. La clasificación espiritual se mide en 100%, no se puede entrar en 99.9%. La Biblia nos dice que el pecado del ser humano le ha apartado de Dios y de su gloria (Romanos 3:23).

Dios, en su misericordia y amor, ha establecido que su Hijo Jesús, siendo Dios, nos otorgue ese promedio de 100% de justicia para ser salvos y entrar a la carrera del reino de Dios. Lo más impresionante de esta verdad es que NO tenemos que esforzarnos, NO tenemos que pagar por esto, Romanos 5:1 nos dice que podemos tener esa justicia, esos números a nuestro favor, cuando ponemos nuestra FE en la obra de Jesús en la cruz.

Si recibes a Jesús puedes ser su hijo y tienes el 100% de justicia delante de Dios Padre para ir al cielo, para ser librado de condenación y correr en la carrera, los propósitos y la santidad para Dios en esta tierra. 1 Corintios 9:25-26 dice “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire”. Pablo sabía que estaba en una carrera espiritual, pero Él no quería correr en vano o sin ganar el premio, y tú?

 

Pastor Ariel Alfonso.