Cuando conoces a Dios, sabes que él es el ser supremo, autor de la creación y de la vida. YAHWEH se refiere a su existencia en sí mismo. Pero en momentos difíciles puede venir la pregunta: ¿por qué si Dios es la vida permite la muerte?

La muerte no viene por Dios, sino como consecuencia del pecado, es decir, la condición del hombre delante de Dios. Al principio de la creación, el hombre no iba a morir, sino que fue un resultado de desobediencia a la santidad de Dios. Esto nos muestra la gravedad del pecado, que nosotros como humanos, minimizamos. Fue tan grave para Dios esa actitud que la muerte pasó a todos los hombres porque todos son culpables de ese pecado por herencia. 

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5:12 

La biología básica nos enseña que el hombre nace, crece, se reproduce y muere, pero ese no fue el plan original de Dios. Él no quiere la muerte del ser humano, pero en su soberanía, tenía un plan de esperanza y reversión de esta realidad. Por eso, Jesús dice: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” Juan 11:25. 

Cuando enfrentamos ese dolor y sabemos que hay un Dios en el cielo que tiene todo poder y domina todas las cosas, también podríamos preguntarnos: ¿por qué ha permitido eso si es un Dios bueno, y sabe que nos duele? Hay cosas que Dios no ha querido revelar, ni explicar, pero hay realidades de su carácter que nos enseña en su Palabra y específicamente en Jesús, siendo el mismo Dios encarnado, para que entendamos quién es él y como se siente en nuestro dolor. Él mismo se compadece, se duele y lloró por la muerte y la pérdida de la familia que amaba en Betania.  

Juan 11:35 “Jesús lloró”, es el versículo más corto de la Biblia y no deja de ser uno de lo más profundos. Esto nos muestra la humanidad de Jesús, la compasión y el amor como Dios. Marta estaba convencida de que en Jesús, había esperanza de resurrección, por lo que él había prometido, pero la mejor sorpresa y milagro para ellos, es que Jesús iba allí mismo a mostrar su poder resucitando a Lázaro su hermano. Y aunque Dios no ha prometido hacer ese milagro (aunque lo puede hacer) en todos los tiempos, en ese día de su venida, parte de las bendiciones y promesas es que todos los que han creído experimentarán esa resurrección por su llamado.  

Jesús, tiene el poder de la vida, por ser Dios, ha permitido que el curso de los seres humanos siga su rumbo, con el control de su soberanía y poder, y conoce como nos sentimos.  Por eso, finalmente fue a la cruz para que el ser humano no tenga que morir eternamente, y nos da sus recursos, para que a pesar de estas experiencias que nos parecen tragedias, podamos enfrentarlas con su Palabra, la Biblia, que está llena de todos los escenarios, respuestas y victorias de aquellos que lo enfrentaron conforme a las promesas de Jesús, finalmente la Biblia dice: “Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14).