1. Vete a la cama a la misma hora cada noche, pero antes de hacerlo trata de relajarte. No llenes tu mente de cosas, solo la Palabra de Dios.
1) Resuélvelo con Dios.
Cuando fallamos lo hacemos delante del Señor primero porque Él es nuestro Creador y luego, nuestro amo (Señor) cuando le confesamos como Señor y nos salvó (Salmo 51).
*Confiésalo a Él (1 Juan 1:8).
*Pecado sin confesar, es pecado sin arreglar.